Teleférico y sendero hasta la cima del Teide
Subir este volcán de 3.718 metros de altitud es una experiencia inolvidable. Desde el punto más alto del Parque Nacional del Teide y de la isla de Tenerife se pueden contemplar unas vistas impresionantes del paredón de Las Cañadas, del volcán anexo al Teide –Pico Viejo– y, en días de gran visibilidad, de las otras seis Islas Canarias. Eso sí, este entorno de alta montaña requiere llevar calzado y ropa adecuada, protegerse del sol y vigilar los efectos de la altitud.
La subida al Teide se puede hacer mediante un teleférico que parte de la base de la montaña y en ocho minutos llega a un punto por debajo cima. También se puede subir a pie por un sendero de seis horas de duración que comienza en montaña Blanca. En ambos casos se debe llevar un permiso de acceso al pico si se quiere completar el ascenso, y se puede dormir en el refugio de Altavista para ver el precioso amanecer desde las alturas.
La imagen de postal del Teide
Las caprichosas formas de los roques de García, con el Teide de fondo, conforman la imagen más típica del Parque Nacional del Teide. El más famoso de estos monolitos naturales es el roque Cinchado, el cual parece una enorme seta que desafía la gravedad con su inclinación y su forma irregular. Los roques forman parte de una enorme línea de material volcánico que durante siglos ha resistido tenazmente la erosión.
Esta concurrida atracción de encuentra cerca del centro de visitantes de Cañada Blanca y del Parador de Turismo del Teide. La zona de acceso se conoce como La Ruleta y dispone de aparcamiento, mirador y punto de información. Desde La Ruleta ascienden los escalones, modelados en la roca, de un pequeño sendero que pasa junto a estos pitones volcánicos y permite sentir en la palma de la mano la historia geológica que late en su roca.
Senderismo por la alta montaña de las Islas Canarias
Para disfrutar a fondo del Parque Nacional del Teide no hay nada como ponerse calzado resistente, equiparse para un día en alta montaña y salir a caminar por su extensa y bien mantenida red de senderos. De las cuatro rutas principales, sobresalen el ascenso desde montaña Blanca al punto más alto de la isla de Tenerife, el pico Teide, de cinco horas y media de duración y dificultad alta; y Siete Cañadas, de gran longitud pero dificultad baja.
La lista se completa con dos rutas circulares: la de los roques de García, de dificultad media y accesible desde la zona del Parador de Turismo, y la de Arenas Negras, de dificultad baja, que comienza junto al centro de visitantes de El Portillo. Estas cuatro rutas se complementan con otros recorridos adicionales sobre los que se puede leer en una guía ‘online’ y en las publicaciones oficiales del parque.
Visitar los grandes telescopios de Tenerife
Las cumbres de Tenerife tienen uno de los cielos de mayor calidad para la observación de astros del hemisferio norte. Por ello, cerca del Parque Nacional del Teide se encuentra uno de los conjuntos de telescopios más importantes del mundo: el Observatorio Astrofísico del Teide, con sus más de 10 telescopios solares y de cielo nocturno. El racimo de blancas cúpulas del observatorio es en sí una atracción de primer orden.
Está situado en la zona de Izaña, en la carretera TF-21, que viene de La Laguna, y lo gestiona el Instituto de Astrofísica de Canarias. Se puede visitar en grupos de 15 o más personas, en horario diurno, entre los meses de abril y diciembre y tras solicitar autorización. Últimamente, la observación de estrellas se está convirtiendo en una actividad muy popular en el Teide, y cada vez más empresas privadas ofrecen servicios de excursiones nocturnas.
Una llanura multicolor junto al Teide
En las Minas de San José es fácil pensar que se está en otro planeta en vez de en el Parque Nacional del Teide. Las Minas son llanuras de gravilla dorada intercaladas con bloques de roca de colores ocres y formas retorcidas. Enfrente yacen larguísimas coladas volcánicas, y en la distancia, la enorme pared de Las Cañadas del Teide, dominada por el alto de Guajara, una montaña de singular belleza.
Esta amalgama de colores, texturas y elementos singulares convierte Las Minas en uno de los lugares del parque favoritos entre los aficionados a la fotografía y los directores de cine. Aquí se han rodado numerosas películas, algunas de ellas grandes producciones internacionales. Dos ejemplos notables son ‘Furia de Titanes’, de 2012, dirigida por Jonathan Liebesman; y ‘Hace un millón de años’, de 1966, dirigida por Don Chaffey.
Silencio y belleza en las cumbres de Tenerife
El llano de Ucanca es una amplia extensión de arenas y sedimentos de tonos dorados que está encajada entre los caprichosos roques de García y el gran paredón de Las Cañadas, en pleno corazón del Parque Nacional del Teide. Su situación tan especial, su silencio y la extraña belleza de su paisaje hacen de Ucanca un lugar mágico para muchos y una parada favorita para los que buscan recargar baterías en la naturaleza.
Para llegar a Ucanca hay que conducir en dirección sur por la carretera que atraviesa el parque (TF-21) y pasar el Parador del Teide. El coche se debe dejar en un apartadero y acceder al lugar a pie. Esta llanura puede estar cubierta de charcos de precipitación poco profundos que a veces se unen en una ancha y efímera laguna de superficie cristalina sobre la que se refleja el Teide con una nitidez impresionante.
Cenizas volcánicas de colores de camino al Teide
La Tarta es un simple corte en el suelo junto a una carretera de acceso al Parque Nacional del Teide. Sin embargo, lo que muestra el tajo es realmente sorprendente: una infinidad de capas de cenizas volcánicas de múltiples colores y decenas de metros de espesor que aparecen inclinadas de forma dramática. El conjunto recuerda a un pastel de chocolate y nata (de ahí su nombre) y deja maravillado a quien lo ve por primera vez.
Este punto se encuentra en una curva cerrada de la carretera TF-24, a poca distancia del límite oriental del parque. En la propia curva está el mirador de La Tarta, dos plataformas a distinto nivel y con paneles interpretativos en los que se explica el origen de esta curiosa formación. Desde sus barandillas se atisba el Teide y las laderas rojas y cubiertas de pinos que desde él discurren hacia el mar.
Conocer cómo se formaron la isla de Tenerife y el Teide
Una visita ideal al Parque Nacional del Teide comienza en el centro de visitantes de El Portillo. Este moderno complejo de entrada gratuita tiene área interpretativa, sala de proyecciones y jardín botánico, y en él se explica cómo se formaron la isla de Tenerife y el Teide. También presenta en detalle los valores geológicos, biológicos y paisajísticos que le valieron a este parque nacional el reconocimiento de Patrimonio Mundial de la Unesco en 2007.
El centro está situado cerca de los accesos al parque nacional por las poblaciones de La Orotava y La Laguna (carreteras TF-24 y TF-21, respectivamente), a unos 300 metros de una zona edificada llamada El Portillo, en la que se encuentran restaurantes, cafeterías y tiendas de ‘souvenirs’. Sus dependencias están alimentadas por energía solar, adaptadas a personas de movilidad reducida y elegantemente integradas en su ambiente.
Visitar y pasar la noche en el parador a más altura de España
El centro de visitantes de Cañada Blanca y el Parador de Turismo del Teide se encuentran dentro de un atractivo complejo de planta cuadrada y acabado en colores ocres y oscura roca volcánica situado a 2.152 metros de altitud, junto a los emblemáticos roques de García y al pie de la cordillera sur del parque, las famosas Cañadas del Teide. La parada en este centro neurálgico del parque es obligada para cualquier tipo de visitante.
Los más curiosos tienen en el centro de visitantes de Cañada Blanca un espacio luminoso y moderno que resume de forma didáctica el amplísimo patrimonio del parque. Los que opten por pasar noche bajo uno de los cielos más claros del mundo tienen el Parador de Turismo de Las Cañadas del Teide, un hotel nacional de dos estrellas con restaurante abierto al público, piscina, sauna y gimnasio. Los que busquen descanso tienen una cafetería y una tienda de ‘souvenirs’.
- Nunca dejes residuos de ningún tipo en el entorno, incluidas las colillas. Los restos de comida contribuyen a la proliferación de roedores y gatos asilvestrados que suponen una grave amenaza para la fauna.
- Respeta a los animales, no los molestes ni los alimentes. Si ves algún ejemplar herido, puedes avisar en el teléfono de emergencias 112. Tampoco arranques flores o plantas.
- No recojas ni te lleves piedras o cualquier otro elemento del medio natural. Tampoco lo modifiques amontonándolas para realizar las tristemente famosas “torres”.
- No camines por espacios no permitidos y respeta la señalización de los senderos. Salirse de los caminos habilitados provoca daños en el entorno y además puede ser peligroso para ti y para quienes te acompañan.
- No enciendas fuego fuera de las zonas permitidas y ten especial cuidado en los meses de verano.
- Procura no alterar la tranquilidad del entorno con ruidos excesivos (música alta, gritos...).