Debido a su ubicación geográfica y a su clima suave y estable, las Islas Canarias ofrecen a las personas que buscan un paréntesis vital un destino perfecto para pasar el invierno. De hecho, son muchas las personas procedentes de varios países europeos las que escogen el archipiélago como una opción preferente para huir de las bajas temperaturas típicas del invierno europeo y disfrutar de un estilo de vida más relajado y lleno de posibilidades.
¿Por qué son las Islas Canarias un destino ideal para pasar el invierno?
Un clima excepcional
Canarias tiene el mejor clima del mundo, con una temperatura media de veintitrés grados durante todo el año, que solo desciende ligeramente en invierno, y cuenta con escasas lluvias. Ello permite redescubrir el invierno y convertirlo en una primavera permanente, liberarlo de incómodos abrigos y bufandas, portando así equipajes y maletas más ligeras.
Además, el archipiélago canario disfruta de casi 5000 horas de luz solar anuales, algo que ofrece la posibilidad de alargar los días y tu vitalidad más que en otras regiones.
Paisajes fascinantes
El invierno es uno de los mejores momentos del año para admirar la riqueza natural de las islas. La humedad que se concentra en las zonas más altas intensifica los distintos tonos de verde que caracterizan gran parte de los espacios naturales del archipiélago. Una excepcional forma de darle la vuelta a esta estación es disfrutar de los paisajes que ofrecen las Islas Canarias. El archipiélago tiene cuatro parques nacionales (El Teide, Timanfaya, Garajonay y la Caldera de Taburiente) en los que se pueden admirar desde caprichosas formas volcánicas, a uno de los bosques de laurisilva mejor conservados de Europa con sinuosos y cómodos senderos, que trasladan al visitante a paisajes propios de hace más de 20 millones de años.
También cabe recordar que todas las Islas Canarias han sido declaradas Reserva de la Biosfera, algunas en su totalidad, como La Palma, Lanzarote (dentro de la cual se incluye la isla de La Graciosa), La Gomera, El Hierro y Fuerteventura y otras en parte (Gran Canaria y Tenerife). Esta denominación identifica a territorios con interés científico con el objetivo de armonizar la conservación de la diversidad biológica y cultural y el desarrollo económico y social a través de la relación de las personas con la naturaleza.
Para los amantes del mar, los más de 1500 kilómetros de costa permitirán admirar acantilados de vértigo, piscinas naturales de ensueño o algunas de las mejores playas de toda España. Las suaves temperaturas también serán un aliciente para quien desee tomarse un buen baño en el Océano Atlántico en cualquier época del año.
Aún así, para quienes echen en falta un paisaje más invernal, los microclimas y la geografía de las Islas Canarias muestran casi todos los años estampas como El Teide, en Tenerife, o El Roque de los Muchachos, en La Palma, cubierto de nieve, un espectáculo visual que deleitará a los más nostálgicos.
Cambio de ritmo
Proponerse un cambio de aires no tiene por qué significar solo modificar nuestro lugar de residencia de forma temporal. El ritmo de vida en las Islas Canarias es sosegado, tranquilo y calmado, y suele contagiar rápidamente a las personas que las visitan, ya sea por periodos cortos o para pasar largas temporadas de vacaciones como el invierno. En el archipiélago se huye del estrés y se evitan las prisas de las grandes ciudades, algo que ayuda en gran medida a cargar las pilas y replantearse el ritmo de vida hacia uno más saludable.
Además, el coste de vida en las Islas Canarias es inferior al de la media europea, facilitando que el visitante pueda organizar su presupuesto con una mayor holgura y disfrutar con plenitud de todo lo que nos gusta hacer cuando viajamos: alojamientos, restauración, ocio y cultura.
Patrimonio histórico y cultural
Aunque es desconocido a priori para muchos visitantes que no tienen tiempo suficiente para empaparse del destino, las Islas Canarias poseen un extenso legado histórico y cultural, fruto de las influencias de las diversas civilizaciones que se han establecido en el archipiélago a lo largo de los últimos siglos.
Independientemente de cuál sea la isla en la que los visitantes decidan establecer su residencia para pasar el invierno, en todas ellas encontrarán verdaderas joyas de la arquitectura y escultura, museos, o centros culturales y de interpretación.
Gastronomía para todos los gustos
La oferta gastronómica de las Islas Canarias ha ganado mucho prestigio en los últimos años, convirtiéndose en un referente nacional y consiguiendo varios de los galardones más preciados en el sector, como las estrellas Michelín o los soles Repsol.
Pasar el invierno en el archipiélago canario supone para los visitantes una magnífica oportunidad para descubrir nuevos sabores a través del producto local, o bien encontrarse con una reinterpretación de la cocina de su país, ya que hay una amplia oferta de cocina internacional.
Mención aparte merecen los vinos del archipiélago canario, en el que conviven diez denominaciones de origen, cinco de ellas situadas en Tenerife (Abona, La Orotava, Tacoronte-Acentejo, Valle de Güímar e Ycoden-Daute-Isora) y, con el título de cada isla, una en Gran Canaria, La Gomera, El Hierro, La Palma y Lanzarote).
La naturaleza volcánica de los suelos y la perfecta adaptación de las cepas a los numerosos microclimas de las islas han convertido a las Islas Canarias en una reserva vitivinícola de excepción. Un plan que el visitante no debería perderse es acudir a alguna de las bodegas de las islas que ofrecen visitas guiadas por sus instalaciones y catas de sus vinos.
Para acompañar la degustación de un vino, nada mejor que probar alguno de los quesos que se elaboran en Canarias, con características que los hacen únicos y tres Denominaciones de Origen Protegidas con especificidades concretas en cuanto a excelencia. Los quesos canarios son protagonistas en los más importantes certámenes nacionales e internacionales, logrando en los últimos años numerosos galardones.
Un clima excepcional, una variada y sorprendente gastronomía, una amplia oferta de ocio y cultura y la cercanía de sus gentes en un entorno de sorprendentes paisajes son solo algunos de los motivos que hacen de las Islas Canarias un destino perfecto para pasar el invierno. Además, la red de vuelos directos con toda Europa, facilitará el aterrizaje y las comunidades de residentes extranjeros en el archipiélago harán más fácil el proceso de adaptación del visitante.