La Palma reúne todas las condiciones para vivir mil y una aventuras que convierten una escapada en un recuerdo para toda la vida. Practicar mountain bike, senderismo, buceo o realizar una carrera de montaña entre volcanes es posible en esta isla donde los visitantes más tranquilos pueden también disfrutar del silencio de sus bosques o la magia de sus costas.
Declarada por la UNESCO Reserva Mundial de la Biosfera, La Palma alberga varias carreras de montaña, algunas de ellas de marcado carácter internacional, en las que se reúnen deportistas de élite para disfrutar de un paisaje único en el que se percibe el silencio y la naturaleza como ningún otro lugar en el mundo. Un paisaje donde el tiempo se detiene y la aventura se esconde en cada rincón.
El reto: Transvulcania y Reventón Trail
Para los visitantes más atrevidos, la isla de La Palma alberga dos de las pruebas deportivas en la naturaleza más interesantes del panorama internacional.
La Transvulcania es una carrera de montaña que cuenta con diferentes modalidades, siendo la ultramarathon la más intensa, llegando a superar los 80 kilómetros de recorrido. Durante meses los palmeros y deportistas de todo el mundo entrenan por escarpadas cimas y terrenos volcánicos para recorrer unos durísimos 83 kilómetros de senderos y un desnivel acumulado de 8.500 metros. Además, casi todo el itinerario transcurre por caminos señalizados según la norma internacional de la Asociación Europea de Senderistas. Esta carrera, que posee itinerarios de gran belleza como la Ruta de los Volcanes, recorre los 14 municipios de la isla durante su celebración, fechada normalmente en el mes de mayo. En cada avituallamiento los corredores se suelen encontrar con un público que transmite calor, anima, que aportan su energía y entusiasmo.
También el Reventón Trail, en El Paso, es una prueba que tiene el privilegio de transcurrir por límites del Parque Nacional de la Caldera de Taburiente y por el Parque Natural de Cumbre Vieja, donde se encuentra el nuevo volcán de La Palma que erupcionó en 2021. Esta carrera circular nace y muere en El Paso y habitualmente se celebra en el mes de abril. Tiene diferentes modalidades con distintas distancias y desniveles.
Senderismo entre volcanes
Para los amantes del senderismo uno de los destinos estrella es el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, una hendidura de ocho kilómetros de diámetro y hasta uno y medio de profundidad, cubierta de densos bosques de pino canario y surcada por profundos barrancos.
La ruta más recomendada es la que sale de Los Brecitos, en Los Llanos de Aridane, y que recorre el interior del parque por senderos señalizados llegando hasta la zona de acampada, situada junto al cauce del río. Para salir se puede deshacer el camino andado, pero si se quiere hacer el circuito completo del parque nacional y no perderse la Cascada de Colores es mejor salir por el sendero conocido como El Reventón, que termina en la desembocadura del barranco de Las Angustias, en Tazacorte. Para entrar y salir de la Caldera de Taburiente en un día no es necesario tramitar permiso alguno. En cambio, para pernoctar en ella, sí es necesario pudiéndose obtener online en la web de parques nacionales o personalmente en el Centro de Visitantes de La Caldera de Taburiente, situado en El Paso.
Navegar junto a cetáceos
El avistamiento de Cetáceos es una experiencia top que se puede vivir en La Isla Bonita a bordo de alguna de las embarcaciones autorizadas que ofrece dicha vivencia partiendo desde el Puerto de Tazacorte. Entre las diferentes especies de cetáceos que se pueden observar durante todo el año destacan los calderones, los delfines, los cachalotes, los tiburones y los peces voladores, e incluso alguna tortuga.
En las aguas de La Palma existe una gran diversidad de animales con más de 30 especies identificadas (7 especies de misticetos y 23 odontocetos) de las 89 conocidas hasta la fecha, pertenecientes a 7 familias, entre las que se hallan delfines, calderones, zifios, rorcuales, cachalotes y orcas, entre otras.
La Isla Bonita posee una particularidad para los avistamientos y es que los cetáceos nadan muy cerca de la costa. En ocasiones, pueden llegar a verse desde las mismas playas y puertos. Pero para disfrutar más de esta aventura es mejor alejarse de la costa para ver las especies más grandes, como rorcuales y cachalotes.
Esta experiencia se redondea con la visión de la escarpada, acantilada costa de la isla, poblada de tradicionales Porís como el de Candelaria o el de Puntagorda. Todo un espectáculo.
Así es como un viaje a La Palma se convierte en una gran aventura de deportes, naturaleza virgen y cercanía con las especies marinas. Sin duda, una oportunidad única para despertar nuevas sensaciones que serán imposibles de olvidar.