¿Qué lugares debes visitar para aprovechar tu visita a la “Isla Bonita”? Aquí te lo contamos
La Palma es un tesoro que concentra todos los encantos y espectacularidad propios del archipiélago canario en solo 706 kilómetros cuadrados. Artesanía, gastronomía, historia, arquitectura tradicional, volcanes, mar, bosques frondosos o montañas, todo sin perder de vista el océano. Si visitamos la isla en una escala de nuestro crucero es importante tener en cuenta las distancias, así como las sinuosas carreteras de las isla, con magníficas vistas. Una vez fijado nuestro itinerario estos son los lugares que hay que descubrir sí o sí una vez desembarcamos en la isla canaria de La Palma, declarada Reserva de la Biosfera.
Partir a la aventura en el Bosque de Los Tilos
A unos 40 minutos en coche desde el puerto de Santa Cruz de La Palma, la visita al Bosque de Los Tilos es imprescindible pues se podrá presumir de haber estado en uno de los bosques de laurisilva mejor conservados del mundo, más si tenemos en cuenta que esta formación vegetal desapareció de la mayor parte del planeta hace cientos de miles de años. Varios senderos permiten recorrer y adentrarse en esta reserva natural, así que para descubrir sus particularidades lo mejor es informarse en el Centro de Visitantes de Los Tilos. Tampoco hay que perderse una parada ante la espectacular cascada de Los Tilos.
Contemplar las vistas desde el Roque de los Muchachos
Una de las excursiones más valoradas, pero también más largas, es la que nos llevaría al Observatorio Astrofísico del Roque de los Muchachos. A más de 45 kilómetros del Puerto de La Palma, este es otro de los imprescindibles: contemplar el fabuloso espectáculo natural que se extiende a los pies del Mirador del Roque de los Muchachos, lugar desde donde científicos de todo el mundo escudriñan el universo en los potentes telescopios del Observatorio del mismo nombre, uno de los más importantes del mundo. Desde aquí se tienen unas inmejorables vistas sobre el colindante Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, uno de los cuatro Parques Nacionales de las Islas Canarias, el paisaje volcánico y la inmensidad del Atlántico. Para terminar se puede completar la visita acercándose al Centro de Visitantes del Roque de los Muchachos.
Bañarse en las aguas de Charco Azul o piscinas de La Fajana
Las piscinas naturales son una particularidad -y gran reclamo- de esta isla canaria. Una de las más famosas se encuentra en el municipio de San Andrés y Sauces y responde al bonito nombre de Charco Azul. Un trayecto de apenas 40 minutos separa el Puerto de Santa Cruz de La Palma de esta maravilla de la naturaleza. Un poco más al norte, encontraremos las piscinas de La Fajana, en el municipio de Barlovento, tres charcos protegidos del oleaje en los que se podrá disfrutar de un baño tranquilo. Entre la inmensidad del océano y rocas volcánicas, la naturaleza ha logrado la proeza impresionante de atrapar estas aguas de color turquesa donde bañarse tranquilamente y con la comodidad de disponer de todos los servicios.
Fotografiar la arquitectura tradicional de Santa Cruz de La Palma
La capital de la isla alberga un patrimonio arquitectónico de gran valor, caracterizado por edificios de estilo colonial y llamativos balcones de madera. Plazas y calles cuidadas y con mucho caché redondean el escenario, muy fotogénico, en una ciudad llena de encanto isleño.
Descubrir el arte de la sal en Las Salinas
Catalogadas como Sitio de Interés Científico por también ser lugar de nidificación de aves migratorias, Las Salinas de Fuencaliente se asientan sobre uno de los paisajes más bellos de la isla, donde el contraste entre el blanco casi cegador de la sal y el rosa de las charcas con el negro de la roca volcánica es abrumador. Vale la pena visitar estas instalaciones donde conviven tradición y modernas técnicas de extracción en un entorno natural único. Para llegar deberemos recorrer los casi 40 kilómetros que separan la capital de la isla de este océano blanco.
Caminar entre volcanes
En el sur de La Palma, en Fuencaliente, se encuentra el Volcán de San Antonio, lugar de visita obligada durante la escala de tu crucero. Podrás subir hasta el cráter, formado durante las erupciones que tuvieron lugar en la isla de La Palma en 1677, y disfrutar de uno de los paisajes más bonitos de las Islas desde el mirador del volcán. Si bien durante el día este enclave ofrece unas espectaculares vistas al cráter y a las laderas del volcán, por la noche se convierte en una auténtica ventana al universo. Los que deseen aprender un poco más sobre el lugar podrán hacerlo en el centro de visitantes. Para los más intrépidos ya se puede visitar el último volcán nacido en la isla, bautizado como Tajogaite, y cuyo nacimiento se sitúa tras la última erupción de la isla en septiembre de 2021. Las visitas deben hacerse siempre a través de una empresa de turismo activo, nunca de manera independiente y se deben reservar con anterioridad. La ruta dura unas 2 horas, aproximadamente, es de nivel fácil y el punto de partida está a unos 30 minutos de la capital.
Admirar la Caldera de Taburiente
El Parque Nacional de la Caldera de Taburiente está situado en el centro de la isla y es uno de los mayores espectáculos naturales de La Palma. Esta hendidura de ocho kilómetros de diámetro, y hasta uno y medio de profundidad, tiene una vista privilegiado desde el mirador de La Cumbrecita, un balcón natural que queda colgando en el abismo de la caldera y al que solo se puede acceder en coche si se ha reservado plaza de parking con anterioridad.
Bañarse en una playa de arena volcánica
Una bahía protegida por un rompeolas de roca volcánica que ofrece aguas tranquilas durante todo el año y una enorme riqueza de vida submarina. Así es la playa de Los Cancajos, situada en el este de la isla de La Palma. De cálida arena negra y escaso oleaje, esta playa semiurbana permite practicar buceo en cavernas y hacer snorkel. Otras playas al alcance de la mano de un crucerista donde disfrutar de este placer son la Playa de Santa Cruz, la de Bajamar, la de la Salemera (a unos 30 minutos del puerto) o cualquiera en Fuencaliente (1 hora desde el puerto).