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1. ¿Eres de los que disfrutan la playa sin dejar huella?

2. ¿Conoces lo importante que es seguir un sendero?

3. ¿Sabes que las dunas son espacios protegidos?

4. ¿Te has planteado el problema que hay en llevarse una caracola?

5. ¿Eres de los que respeta tanto las tradiciones de ahora como las de ayer?

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Las islas cuentan con una gran biodiversidad y un ecosistema en el que todo está conectado. Cada animal, planta y roca está donde está para desarrollar un papel en concreto. Por eso, debemos reducir al máximo nuestra intervención.

1. Utiliza los senderos autorizados: al ir en bici de montaña o hacer senderismo, debemos informarnos sobre cuáles están permitidos para esas actividades y seguirlos.

2. Tanto dentro como fuera del sendero, es esencial dejarlo todo tal como lo hemos encontrado. En otras palabras, debemos llevarnos nuestra basura —restos orgánicos incluidos— y nada más: las plantas, las rocas y los animales deben quedarse donde estaban. Levantar una piedra, por ejemplo, puede afectar a miles de seres vivos, por pequeños que sean.

3. Si quieres admirar las plantas, te invitamos a acercarte a ellas, pero también te pedimos que no las arranques. Si las quieres oler, es suficiente con frotar sus hojas con los dedos y acercártelos a la nariz.

4. Reduce el ruido al máximo cuando te muevas por la naturaleza: las veamos o no, hay muchas aves a quienes no queremos molestar. Por este motivo, el uso de drones es limitado: ¡consulta los permisos necesarios si te interesa!

5. No alimentes a los animales silvestres, ya que eso también afecta a su rol en el ecosistema. En el caso de los lagartos, por ejemplo, necesitan alimentarse de los frutos de las plantas autóctonas para, luego, poder diseminar las semillas.

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Algunas especies exóticas invasoras están poniendo en peligro nuestra biodiversidad en espacios naturales protegidos. Si quieres ayudarnos a evitarlo, puedes informarte y colaborar en la app de REDEXOS.

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En la misma línea, cuanto más reduzcamos nuestro impacto medioambiental, mejor. Algunos consejos:

1. Intenta limitar el uso del coche para ahorrar combustible y emisiones de CO2. Por eso, te invitamos a aprovechar cada trayecto y a evitar repetirlo innecesariamente.

2. En su lugar, prioriza el uso del transporte público. Exactamente, estamos hablando de la guagua, como nos gusta llamarla en la isla. Mézclate con los locales a la vez que reduces la huella de carbono del viaje.

3. Ahorra toda el agua posible. No solo por ser un bien escaso, sino también porque, menos en La Palma, el agua de las islas proviene mayoritariamente de desaladoras, lo que tiene un coste energético muy alto.

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Igual que cada animal, planta y roca, todas las personas que pasamos por las islas tenemos un papel esencial en ellas: cuidarlas, protegerlas y mantenerlas con vida. Esta es tu oportunidad, ¿nos ayudas?