La fortaleza inexpugnable de Santa Cruz de Tenerife
Se conoce popularmente como Castillo Negro, la incógnita es si su nombre se debe a su construcción con piedra volcánica o a su ubicación geográfica en la Caleta de Negros. Fue la segunda fortaleza más importante en la defensa de Santa Cruz de Tenerife desde su construcción en la primera mitad del siglo XVII, aunque este fuerte costero circular ha sido también museo de arte militar hasta que pasó a la tutela del Ayuntamiento en 1982, quienes lo mantienen para que oriundos y visitantes se deleiten con las vistas al castillo mejor conservado de la isla considerado, además, Patrimonio Histórico Español.
Antigüedad entre actividades modernas
A su derecha, el Auditorio de Tenerife y la Terminal de Guaguas Titsa; a su izquierda, el Parque Marítimo César Manrique; y a ambos lados, parkings y restaurantes allá donde se mire. Aunque no se puede acceder al interior del Castillo, las inmediaciones están abiertas para que todo el que desee admirar su grandeza y, previsiblemente, el Museo de Historia y Antropología ofrecerá la “Ruta de los Castillos”, una actividad guiada por los exteriores de estas fortificaciones donde grupos escolares, familias y ciudadanía en general podrán conocer todo lo relativo a ellas.