La ruta se inicia en el mirador de La Goleta. En la carretera que va de Llanos de la Pez a Ayacata. Desde el mirador tenemos una vista espectacular del barranco de La Culata en la cabecera de la gran cuenca de Tejeda. Nada más comenzar el sendero hay un paseo botánico que nos servirá para reconocer las plantas autóctonas más interesantes en el recorrido.
Este Roque se erige a 1713 metros de altura como muestra del efecto de la erosión diferencial, y es el primero de los roques que encontramos en nuestra ruta. El nombre viene por el parecido con un fraile, especialmente si se le ve desde una cierta lejanía con un perfil que sugiere una capucha.
En el primer cruce señalizado del sendero tomamos a nuestra derecha para rodear el Tablón del Nublo por su base, continuando por el pinar de repoblación que rodea al gran monolito hasta llegar a Degollada Blanca, a nuestra derecha tendremos vistas sobre el pueblo de Tejeda y sus bancales de cultivo, que en la nombre reciben el curioso nombre de “bocaos”.
Hablamos de enfilada, término marinero, para aludir al carácter sagrado que tenían tanto el Bentayga como el Nublo para los aborígenes canarios. Ambos son los principales hitos de la cuenca de Tejeda, al punto que se suele vincular el almogaren del Bentayga –un lugar aparentemente sagrado-con el Nublo con el que está alineado ya que el almogarén está en la cara del Bentayga que da al Nublo.
Este es el punto en que ascendemos al Tablón del Nublo finalizando nuestra circunvalación por la base del monolito; nos llamará la atención del contraste entre el pinar que hemos atravesado y el paisaje pelado por donde vamos a ascender. Desde aquí la erosión ha dejado al descubierto la roca y no existe prácticamente suelo para vegetación.
El pelado llano donde se encuentran el Roque Nublo y La Rana recibe el nombre de Tablón, ya que es un espacio alargado, casi llano con escasa pendiente y de tendencia rectangular. Es una plataforma cortada por fuertes escarpes laterales, como hemos visto en el recorrido circular, donde dominan La Rana y especialmente el Roque Nublo, resto de la antigua chimenea de un gran volcán.
- Nunca dejes residuos de ningún tipo en el entorno, incluidas las colillas. Los restos de comida contribuyen a la proliferación de roedores y gatos asilvestrados que suponen una grave amenaza para la fauna.
- Respeta a los animales, no los molestes ni los alimentes. Si ves algún ejemplar herido, puedes avisar en el teléfono de emergencias 112. Tampoco arranques flores o plantas.
- No recojas ni te lleves piedras o cualquier otro elemento del medio natural. Tampoco lo modifiques amontonándolas para realizar las tristemente famosas “torres”.
- Respeta la señalización de los senderos. Salirse de los caminos habilitados provoca daños en el entorno y además puede ser peligroso para ti y para quienes te acompañan.
- Es más seguro llevar a tu mascota con correa.
- Procura no alterar la tranquilidad del entorno con ruidos excesivos (música alta, gritos...).